En el capítulo 8, Ada conversa con Zaman y hace mención a perdonar a los padres o a los abuelos.

En ese momento, Zaman introduce uno de los grandes aportes de BERT HELLINGER.

En lugar de #perdonar, Bert Hellinger, nos propone practicar el #asentimiento, lo que significa decir sí a todos los que forman parte de nuestra familia, tal y como son y a todo lo que sucedió, tal y como ha sucedido.

En primer lugar, porque todos los que pertenecen a nuestra familia tienen el mismo derecho a pertenecer (Orden de pertenecía).
Más allá de mi opinión personal (la conciencia suele dividir en buenos y malos, en el alma familiar esa distinción es trascendida)

Y en segundo lugar, porque sólo nos podemos hacer un poco más libres para lo siguiente cuando nos ponemos en paz con el pasado.

Les comparto un par de citas de Bert Hellinger con respecto al uso indebido o peligroso del perdón:

“Un hijo que está perdonando, está acusando al mismo tiempo a los padres, se está poniendo por encima de ellos, y pierde a los padres, su fuerza y su felicidad. En cuanto puede aceptar, decir que sí a todo lo que sucedió, tal como fue, esto se convierte en una fuerza. En cuanto lo rechaza o lo perdona se debilita, se pone por encima y a la vez queda pequeño.”

“A veces, el enfrentamiento necesario se sustituye por el perdón, pero el mismo tan sólo encubre y aplaza el conflicto en lugar de solucionarlo. Es especialmente grave el perdón cuando la víctima le perdona la culpa al culpable, como si tuviera el derecho de hacerlo. Para lograr una reconciliación verdadera, el inocente no sólo tiene el derecho de exigir la reparación y la expiación, sino incluso tiene la obligación de hacerlo. Y el culpable no sólo tiene la obligación de llevar las consecuencias de sus actos, sino también tiene el derecho de hacerlo.”

Texto de Verónica V. Con mínimas modificaciones.
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