Bert Hellinger, creador de las Constelaciones Familiares nos dejó tres palabras profundas y sanadoras
Sí, gracias y por favor.
Sí; a todo como es. Aceptar la vida tal como es y a todos tal como son.
Gracias; por que todo necesita ser agradecido y todo en la vida es un movimiento de agradecimiento.
Por favor; humildad y vulnerabilidad, reconocer que no todo lo puedo y que también necesito del otro para crear y co crear. Abrirnos a la energía colaborativa.
En estas palabras también se hacen presentes las fuerzas del amor, que todo lo equilibran, lo compensan y nos llevan al orden en las familias.
Los abuelos como abuelos, los padres como padres, los hijos como hijos, los nietos como nietos, cada quien en su lugar y en su rol familiar. Si en la familia hay orden, el buen amor fluye en sus miembros y ellos en la vida.
Las fuerzas del amor son fuerzas universales que nos unen y reúnen y empujan todo y a todos hacia la reconciliación, hacia la unidad, hacia el orden, hacia lo nuevo y diferente, donde florece la vida con plenitud.
La vida es amor en continuo movimiento, que se vuelve amable, generosa y expansiva, cuando hay orden en la familia y podemos decir desde el corazón, Sí, gracias y por favor.